sábado, 6 de octubre de 2012

Hay ciertas cosas que son tristes y nos da mucha pena admitir. En ciertos momentos, nos vendamos los ojos y tapamos el sol con nuestro pulgar derecho, sonreímos y que los demás piensen que todo esta bien. A la larga, eso nos daña y, sin mas remedio, nos lleva a cometer errores y perderlo todo por una vaga mentira.

Se verdadero contigo y con los demás.

En estos momentos, asumo ciertas cosas que jamás me atreví a aceptar, pero que ya no le importan a nadie mas que a mí. Me hacen sentir aliviado, quizás sea algo momentáneo. Eso es algo que sólo el tiempo logrará aclarar.

He de caminar por mí mismo y aprender a aceptar las cosas como son.

"La verdad es la verdad... Lo único que puedes hacer es aprender a vivir con ella"


No estoy feliz. No soy feliz.
Pero, cada día estoy menos triste.
Cada día pasa más rápido.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Tarde dominical de Septiembre

Recuerdas...?

Aquellas tardes de domingo... De aquel tiempo en el que no importaba nada? Corríamos libres por donde fuera, comiendo dulces a destajo, pese a la temida sombra de las caries detrás de cada mordida.
Cuando jugábamos, y tenía que dejarme ganar, porque no aceptabas la derrota...?

Aquellas tardes de Septiembre... el viento soplaba y nosotros en camiseta, sin ningún otro fin que elevar lo mas alto posible el cometa... Nuestros tíos si que eran unos expertos en ello, ya que veía el hilo, pero no sabía donde, en que parte de un cielo despejado se encontraba...

Mas, hemos crecido... De a poco, nos hemos dejado marchitar por el paso de los años, pese a que aún somos jóvenes. Existe ya una carga sobre nuestros hombros, aún desnudos frente a este mundo.

Y caminando por las calles piensas en esos momentos que quedaron atrás, al sentir ese viento de Septiembre, en el silencio profundo de un domingo por la tarde...

lunes, 24 de septiembre de 2012

Persigue tu sueño.
Persíguelo con tal fuerza, que las condiciones se acomoden a ti.
No te rindas.
No te rindas sin antes haber saboreado una pizca de gloria.

Y de alguna forma poder, en un futuro no muy lejano, mirar hacia el cielo con la frente en alto y sentirte parte de algo muy muy grande; que de alguna forma tu cuerpo no sea el contenedor de ti mismo, sino que todo lo que palpes como triunfo sea parte de ti, mientras digas "lo he logrado".

sábado, 22 de septiembre de 2012

Por favor, cumple tu promesa

"Y una vez más mi memoria se rinde ante tu presencia, y la mirada se nubla ante el rugir de las olas que sólo existen dentro de mi. Tu esencia brilla tal y como el día en que abandonaste el mundo de los mortales, y me dejaste una misión que cumplir.

No temas, bella mía. Jamás te he fallado, ni jamás te fallaré. Seguiré como siempre, forjando en fuego tu alma en mi pecho, y mi camino seguirá abriéndose...

Hasta el día en que mis ojos no vean un nuevo día. Hasta el día en que mis pies no puedan surcir nuevos caminos, y mi corazón se detenga por completo. Hasta el día en que ya no pueda pronunciar tu nombre al alba...

Ese día estaremos de nuevo reunidos, en este mundo o en el otro, hasta el fin de esta era."
Hay algo mas bello que un beso?
Algo mas puro, cuando éste nace, sino de las minúsculas raíces del pensamiento y el corazón?
Hay algo mas noble, que pueda unir dos seres comunes y corrientes, en un acto tan desinteresado?

No lo creo. Los ojos del ser amado relucen ante la luz de un sol que se pone, su rostro queda descubierto y su piel se entrega, al igual que desde lo más profundo de nuestra propia intimidad nos dejamos fluir. Un baile sin retorno alguno, quemando a fuego su presencia en nuestra carne.
Jamás podrán cortar un lazo que se une. La memoria es eterna.

Nadie puede igualarle...

viernes, 21 de septiembre de 2012

Historias Ficticias: Autopista x Malloco

"Hola" .- dijo, tras sentarse al lado mío.

"Hola" .- respondí, nervioso. Para serles sincero, estaba quedándome dormido. Viajar a un lugar lejano de alguna u otra forma agota, ¿no creen?.

"Disculpa si te asusté, o te desperté, o algo... Pues pareces nervioso. Deberías tomarte las cosas con mas calma, ¿no crees?. No muerdo, o por lo menos, no a gente que recién estoy conociendo."

Estiró su mano en forma de saludo, buscando la mía para estrechar. Le saludé, ya que me había despertado y ahora ya no podía volver a dormir. O quizá, podría, pero no me dejaría.

Se veía de repente la entrada a la autopista. Era un viaje un tanto largo, y la rutina lo había hecho un tanto aburrido. Quizá conversar un poco no sería tan malo... Me estas escuchando?" .- preguntó.

"Claro, claro. ¿No te diste cuenta lo callado que estaba?"

"Pues entonces, responde mi pregunta"

"No puedo" .- mentí. No tenía ni puñetera idea que me estaba preguntando. "Es algo muy personal"

"Entiendo... El sabor de helado que mas te gusta es una pregunta muy profunda, ¿en que estaba pensando al hacerla?"

...

Le miré fijamente y empecé a reír.

"Me descubriste. Me perdí un momento en mis propios pensamientos, disculpa."

"¡AJÁ! ¡Te pillé, pequeño truhán! Tratabas de salirte con la suya, pero mi intelecto superior te ha descubierto. ¡Rindete de una buena vez!"

"Oh! Ser de cochayuyo, me rindo ante vos y vuestra vasta sabiduría en helado"2

Le vi esbozar una sonrisa y no pude evitar sentirme un ganador.


"Y por cierto" .- agregué. "Me gusta el helado de chocolate y piña"

jueves, 20 de septiembre de 2012

Historias Ficticias: Encontrémonos en la plaza

Como siempre, llegué temprano, mucho antes de lo previsto. Esto de ser puntual se me pegó de mi padre, que desde que tengo memoria me ha inculcado lo mismo. "Es mejor llegar unos minutos antes y no andar apurado", decía el hombre.
Pues, allí estaba, una vez más. ¿Como logramos de nuevo retomar el contacto? No lo sé, la verdad, es un misterio aún. Sólo recuerdo que debía estar antes de que se pusiera el sol en aquél lugar. Era invierno, por lo que no era muy tarde.

Saqué un cigarro, pues la espera me tenía cansado. Llego temprano a todos lados, pero detesto esperar... y detesto estar solo. Es como si cada minuto fuese alargado hasta su máxima expresión, o todos los relojes del  mundo se pusieran de acuerdo para ese momento caminar mas lento de lo común.

Como siempre, peleando con el encendedor. Malditos aparatos, o no funcionan bien, o desaparecen al poco tiempo que los compras. Es como si tuviesen vida propia. Por eso siempre he dicho, cada vez que vayas a salir, trata deAún no pierdes ese maldito vicio..."

Di un salto. Estaba tan concentrado en mis pensamientos, que no le vi llegar. "Y tu como siempre reprochando cada uno de mis actos..." .- le dije, con un tono bastante molesto. Se limitó sólo a sonreír.

Se sentó a mi lado y me quitó el encendedor. Sacó de su cartera otro y me encendió el cigarrillo. "Veo que el tiempo no ha pasado en vano, ¿o me equivoco?"

"No... Jamás pasa en vano, deberías tenerlo claro" - de alguna forma, esa frase me pareció hiriente, pero no le tomé gran importancia. No sabía realmente la razón por la que estaba allí, si de verdad debía haber aceptado la invitación. Claro, no tenía nada que perder, pero... hay cosas que mejor ni se tocan.

"Pero tu no has cambiado... Sigues perdiéndote dentro de tu mente, nadando sobre cálidos pensamientos perdidos..." - nuevamente sonrió. Ese rostro se volvía insoportable, pues detecto a alguien que miente. Sus ojos no demostraban sinceridad alguna, sólo deseos de jugar conmigo.¡aparta esa mirada, joder!.

"Estas mucho mas silencioso de lo común"


"Han sido siete años... Y aún no logro reconocer tu rostro."





"No eres tú, creo"





//////////////////////////////////
///////
//// /// ///// //
         ////////////








"Buenas noches"